Estilo de liderazgo basado en coaching
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Las organizaciones que pretenden prosperar hacia modelos diferenciadores, adoptan un modelo de liderazgo colaborador basado en el arte de hacer que los equipos descubran por sí mismos, generen e impulsen.
Necesitan un líder que facilite este tipo de cultura del cambio y desarrollo.
Inspirar, liderar, guíar...
"La exigencia de que cambien las prácticas empresariales jamás había sido mayor de lo que es ahora. Casi nadie cuestiona ya la necesidad de que cambie la cultura empresarial tradicional" [John Whitmore].
Las organizaciones necesitan adoptar formas diferentes de hacer las cosas, estamos ante entornos cambiantes en los que la clásica respuesta "siempre lo hemos hecho así" ya no funciona. Y aquí el coaching juega un papel clave. Los nuevos líderes tendrán que desarrollar su estilo de liderazgo de alto rendimiento que permita liberar el potencial de las personas y maximizarlo.
Los estilos directivos se ven abocados a un cambio sin vuelta atrás, el "ordeno y mando" ya no funciona, no sólo por el panorama al que nos enfrentamos sino además porque las personas están moviendo sus aspiraciones y motivación hacia un modelo diferente.
Se abren paso los estilos colaborativos de liderazgo, en los que se empodera a los equipos en responsabilidad sobre determinadas tomas de decisión, en los que ya no hace falta preguntar constantemente al jefe, ni el jefe debe dar instrucciones a cada momento.
Es un estilo abierto, en el que las personas tienen capacidad de movimiento, de opinión, de actuación. Y el jefe busca precisamente que esa libertad tenga un reflejo directo en una mejor forma de hacer las cosas, en un mayor rendimiento, eficiencia y resultados.
Y, ¿a qué nos referimos con estilo de liderazgo basado en coaching? Partimos de esta premisa: El coaching se centra en las posibilidades del futuro, no en los errores del pasado. Las personas, a través del proceso de coaching, descubrirán y desarrollarán nuevas habilidades y conductas.
Y el líder debería contribuir a este desarrollo, cambiando el modelo de jerarquías del pasado y sustituyéndolas por "una nueva forma de liderazgo delegado y de responsabilidad colectiva". Cualquier cultura nueva tendrá que ofrecer un nivel de rendimiento más elevado, pero también mayor responsabilidad social.
"El coaching es una manera de liderar y gestionar, una manera de tratar a las personas, una manera de pensar y una manera de ser".
Supone un cambio integral en la organización, requiere empoderamiento y soporte de la alta dirección. Es el abandono de la cultura de la dependencia, y el paso hacia la confianza y la interdependencia.
Compañías como Michelin lo han adoptado en el marco de un plan global en más de 17 países para agilizar la relación con los clientes. Algunos líderes reconocen que la sustitución de órdenes por un estilo colaborador puede llevar equivocadamente a pensar que hay cierta pérdida de control, pero contrariamente el rendimiento de los equipos se incrementa exponencialmente.
"El coaching es el estilo de liderazgo de una cultura transformada" hacia el compañerismo y la colaboración, al aprendizaje continuo y la responsabilidad, los retos, y los comportamientos estratégicos.
¿Cómo iniciar el cambio a un modelo coaching?
Estamos acostumbrados a un estilo directivo tradicional, lo hemos vivido en todos los ámbitos de nuestra vida. Dar órdenes es rápido y otorga sensación de control. Y además muchos líderes admiten que no tienen tiempo suficiente para la planificación a largo plazo, ni el desarrollo de sus equipos. Con lo que parece que el cambio se complica. Además quienes reciben las órdenes también están acostumbrados a recibirlas, con lo que el cambio debe ejecutarse en una doble dirección.
Aún con todos estos aparentes obstáculos, si queremos convertir nuestro estilo sólo hay una opción: iniciar el cambio. El primer paso no te lleva donde quieres ir, pero te saca de donde estás.
En este proceso de cambio, será fundamental contar con altas dosis de inteligencia emocional.
Daniel Goleman descubrió que la inteligencia emocional es dos veces más importante que el conocimiento para el éxito en el trabajo. Y en los casos de responsabilidad, la proporción es aún mayor.
El coaching no consiste en decir qué es lo que hay que hacer, sino en conseguir que las personas descubran por sí mismas el camino, es un cambio más profundo con resultados a largo plazo.
Y como el cambio comienza por uno mismo, tomamos un ejemplo para que puedas dar el primer paso hacia este estilo:
Visualiza una situación en la que, como jefe hayas tenido que dar órdenes, o en la que una de las personas a tu cargo haya solicitado tu consejo. Probablemente hayas pensado en una posible solución, y la hayas convertido en una orden directa hacia esta persona.
Bien, y ahora piensa en cuál hubiera sido tu respuesta si en lugar de ser tú quien piensa la solución, hubieras hecho partícipe a esa persona, dándole el espacio para que piense, y cree por sí misma un abanico de opciones; y yendo un paso más allá, si además le damos la opción de que elija la más adecuada hacemos que no sólo incremente su nivel de motivación, sino que además se sentirá plenamente responsable del resultado de su elección.
La próxima vez que te encuentres ante una situación similar, ¿qué te parecería hacer este ejercicio?. Seguramente la persona acostumbrada a recibir órdenes se sentirá un poco perdida, o cuanto menos, sorprendida. Pero comprobarás los resultados rápidamente. Así que, adelante!
El estilo de liderazgo coaching ¿es aplicable en cualquier toma de decisión?
Lo más recomendable es aplicarlo a decisiones o proyectos en función del nivel de urgencia y estrategia. Al menos inicialmente y hasta que contemos con una cultura de coaching lo suficientemente madura.
Es muy efectivo a nivel individualizado, como en el caso de ejemplo, o en proyectos multidisciplinares en los que un equipo de personas han de participar con un objetivo común y el líder asume un papel de sponsor para llevar a buen término el proyecto.